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El Parque del Conocimiento homenajea a Quiroga y María Elena Walsh con dos obras

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Con actividades lúdicas y funciones teatrales, esta tarde comenzó la agenda de Vacaciones de Invierno en el Parque del Conocimiento, y se extenderán hasta el domingo, como para arrancar otra vez el jueves 25 de julio en el mismo espacio.

A las 15 de hoy, en el Teatro de Prosa, hubo función inaugural de “La guerra de los yacarés”, una adaptación de títeres de Luis Rivera López, basada en un cuento de Horacio Quiroga, de 1918. La misma obra se presentará mañana, viernes 19 de julio a las 15, en el mismo espacio.

A las 18 de hoy -como también mañana, a la misma hora-se presentaba, por su parte, en el Teatro Lírico, la obra “Estamos invitados“, un homenaje a María Elena Walsh con el Ballet Folklórico del Parque del Conocimiento, dirección general de Ofelia Cendra y la voz de Alejandra Melgarejo.

Por su lado, el sábado 20 de julio el Teatro de Prosa tendrá dos funciones. A las 15 se presentará el espectáculo de títeres “Kruvikas“, un obra clásica de Kossa Nostra. A las 18, nuevamente habrá cita con Kossa Nostra, para “Kossa llama a Cuidar el Monte”.

“La guerra de los yacarés”, una adaptación con títeres de un clásico de Quiroga

En tanto, para el domingo 21 de julio, las actividades arrancan en el Teatro Lírico a las 15, con “Canciones que trae el Viento”, un concierto del Grupo Late, del Área de Educación y Extensión Artística del Parque. Para cerrar el domingo, a las 18, el Teatro de Prosa ofrecerá la función de “Kossa llama a Cuidar el Monte”.

En paralelo a las funciones, la Biblioteca Pública de las Misiones, el pabellón de Conectar Lab, el Centro de Convenciones, el Observatorio Astronómico y las salas de arte estarán repletos de actividades lúdicas y tecnológicas para todas las edades, desde las 15 de este jueves 18 de julio al domingo 21 de julio. Los mismos espacios reabrirán del jueves 25 al domingo 29, también a partir de las 15.

“Estamos invitados”, un homenaje a María Elena Walsh, dirigido por Cendra

La Sala Juvenil ofrece el “Podcast Express” y la Expo “Rolling Stones” estará disponible para el público general, junto con actividades en la Sala Ciegos para aprender braille, y la Sala Pedagógica con mandalas temáticos. En la Sala General, se organizará una “Cibercaminata por la lectura”, una dinámica actividad de recorrido de libros que fomenta la lectura en diversos formatos.

En el Pabellón de Conectar Lab se dictarán talleres y actividades lúdicas para infancias de 6 hasta jóvenes de 18 años. Se trata de talleres de ciencia con biomateriales y que incluye la estación de fotografía artística y la estación saludable.

También en las Vacaciones de Invierno en el Parque, los espacios especiales como la Bebeteca y Ludoteca estarán disponibles, así como la visita guiada sobre el proceso de la yerba mate . Paralelamente, en la Sala Juvenil del mismo predio, se llevará a cabo el “Podcast Express”, dirigido a jóvenes de 13 a 17 años interesados en el mundo del podcasting.

El Ballet Folklórico del Parque actúa para la obra de María Elena Walsh

Todos los espectáculos, así como las múltiples actividades del Parque del Conocimiento son con entrada gratuita y se ingresa por orden de llegada, por lo que se solicita a los espectadores presentarse una hora antes para retirar los tickets.

El predio del Parque del Conocimiento cuenta con estacionamiento para vehículos y al lugar arriban los colectivos urbanos 300 (ex 11) C. Cívico y Hospital, 304 (ex 26) Itaembé Guazú, 27 Hospital, Itaembé Miní e Itaembé Guazú, 310 (ex 28) Aeropuerto y B° 508.

Se vienen diez días a puro teatro con el Festival Internacional Gurises


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Jorge Villarreal, el guitarrista misionero de Sandro: “Daba todo en el escenario”

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Jorge Villarreal es el guitarrista misionero que tocó con Sandro durante veinte años y que estuvo presente para el que fue su último recital en el Teatro Gran Rex, el 16 de mayo de 2004, para un show de casi tres horas y ante 3.500 personas. “Iba a ser esa seguidilla que hacíamos siempre durante el año. Empezábamos en Rosario y seguíamos por las provincias, terminando, no sé, en cuarenta recitales. Una cosa de locos”, recordó Villarreal a La Voz de Misiones.

“Hasta el último tema las canciones las cantaba en el mismo tono. En el escenario subía otra persona. Daba todo. Nunca bajar un tono ‘porque no llego a lo que llegaba cuando era joven’. Lo mayoritario que se puede apreciar de él es cómo se entregaba”.

No obstante, a pesar de que siempre puso todo el cuerpo para cada interpretación, Sandro tenía los pulmones en muy delicado estado. Por eso se vio obligado a cancelar cualquier posibilidad de gira después de aquel Gran Rex. “Esos veinte años que estuve con él tocamos por todos lados, de acá de la Argentina, desde Ushuaia a Canadá, en todos los países. Y para el Oeste del Mapa, fuimos a Australia también con él”, resumió el guitarrista.

Jorge Villarreal. Guitarrista sesionista, oriundo de Puerto Rico

Según describió Villarreal, el cantautor era una persona “súper normal” aunque, “como él decía, ‘yo soy Sandro arriba del escenario. Después, cuando bajo, soy Roberto’. Él hacía esa diferencia”. La devoción por Sandro de América era tan grande que despertaba un fanatismo único, traducido en “Las Nenas”, las mujeres que siempre copaban las butacas más cercanas. “No sabes lo que era eso”, dijo el guitarrista.

“Cuando empezábamos en el Gran Rex, o donde sea que íbamos a tocar, mirábamos un poquito a través de la cortina y había siempre unas tres o cuatro filas que ya estaban llorando. La mayoría mujeres. Era así. Así era la historia de Roberto. Y esa gente no paraba de llorar hasta que el show terminaba”.

Daba todo en el escenario. Su último recital fue hace veinte años, en mayo de 2004

Como músico sesionista, Villarreal se probó ante el director musical de Sandro y quedó seleccionado en 1984. Desde el momento que ingresó a la banda, la nueva etapa de Sandro “capturó otro tipo de público. No tanto rockero, sino más lo baladista”, comparó el músico que también lo acompañó al autor de “Dame fuego” en los programas de televisión que conducía en Canal 13 y que se llamaba “Querido Sandro”, adonde venían a cantar diversos artistas famosos.

Hace veinte años atrás, cuando se concretaba el que sin saberlo fue su último recital, Roberto Sánchez padecía las consecuencias un enfisema pulmonar, diagnosticado en 1998. Por eso debió ser intervenido en 2005 y, cuatro años después, recibió un doble transplante, de los pulmones y el corazón. Lamentablemente, el gran cantautor argentino falleció el 10 de enero del 2010, a los 64 años.

Bajo la atenta mirada. “Era una persona normal”, dijo el guitarrista sobre Sandro de América.

Homenaje a Sandro con Fernando Samartín

No obstante y ante la dura ausencia de uno de los máximos cantautores del país, la leyenda continuó con el tiempo. Porque los músicos que lo acompañaron en los últimos tiempos aceptaron tocar con el imitador de Sandro, Fernando Samartín, para un conmovedor espectáculo que tuvo varias giras y que incluso llegó a Posadas en 2013 al Montoya, con Villarreal en la guitarra.

Más recientemente, en marzo se realizó en el Teatro Gran Rex el mismo espectáculo que tiene más de dos décadas de homenaje, en el que la imitación pasa a ser un calco de las emociones vividas con El Gitano. Allí, como en otras oportunidades, estuvo tocando Jorge Villarreal.

@lavozdemisiones

Jorge Villarreal es el guitarrista misionero que tocó con Sandro veinte años y que estuvo presente para el que fue su último recital en el Teatro Gran Rex. El último concierto de El Gitano ocurrió hace poco más de veinte años atrás, el 16 de mayo de 2004, para un show de casi tres horas y ante 3.500 personas. “Iba a ser esa seguidilla que hacíamos siempre durante el año. Empezábamos en Rosario y seguíamos por las provincias, terminando, no sé, en cuarenta recitales. Una cosa de locos”, recordó Villarreal a La Voz de Misiones. #LaVozdeMisiones

♬ sonido original – La Voz de Misiones

Jorge Villarreal nació en Puerto Rico y allí aprendió a tocar la guitarra. Su hermano Hugo, cuatro años más chico, se dedicó al bajo. Antes de irse a estudiar en un conservatorio en Buenos Aires, Jorge vivió en Posadas, donde terminó el colegio en el Roque González e integró la banda Los Biker’s, junto a Polo Peralta y otros músicos.

Dame fuego. Sandro y Villarreal (derecha) en una de las tantas giras por el mundo

En Buenos Aires tocó un buen tiempo con artistas como Manuela Bravo o Gian Franco Pagliaro, con quien recorrió el país varias veces. Su hermano Hugo actualmente está retirado de la música pero formó parte de la banda Pastoral y acompañó en el bajo a Sergio Denis en la década del 90.

Actualmente y como hace 25 años, Jorge atiende su local de música en El Palomar del Gran Buenos Aires. Allí enseña música, se dedica a la luthería y a la venta de instrumentos. Además, mientras no es parte de los tributos a Sandro, suele salir de gira con otros artistas. Jairo lo llamó hace poco y con él se fue de gira a Córdoba, porque las cuerdas de Jorge aún tienen ese “mundo de sensaciones” que acompañó a Sandro.

Con Fernando Samartín. Para los homenajes a Sandro


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Con Claudia Puyó en la voz, banda misionera Aurazul versionó a Spinetta

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La banda misionera Aurazul estrenó “Barro Tal vez”, canción original de Luis Alberto Spinetta y que en esta versión tiene como invitada a Claudia Puyó en la voz y a Juan Pico Núñez en el acordeón. Además, para el videoclip que también salió a la luz el viernes pasado, baila la posadeña Victoria Solari, artista que actualmente reside en Suiza.

La canción es el adelanto del que será el segundo disco de Aurazul, grupo que cuenta en la voz con Alejandra Melgarejo, en la guitarra y sintetizadores con Juan Manuel Palma, en el bajo con Gustavo El Pollak Fernández, y en la percusión con Darío Fleita. El videoclip de “Barro Tal Vez”, en tanto, fue editado por Palma, también productor del álbum que se viene.

Aurazul. La banda del Pollak, Melgarejo, Fleita y Palma tocó hace poco en el ciclo “Al caer el sol”

“Todo el universo conspiró y salió este maravilloso trabajo. Estamos muy felices, con el corazón lleno. Creo que esta es una forma de decirle gracias infinitas a Luis Alberto (Spinetta), porque realmente es un artista que nos ha marcado a todos, que nos ha mostrado un camino” expresó Melgarejo al respecto de esta versión a dúo con Puyó, quien adelantó hace dos meses a La Voz de Misiones su participación en la grabación de “Barro tal vez”.

“Es una canción que en lo personal y como artista me marcó a fuego. Fue el primer tema que saqué con la guitarra a mis catorce años y siempre siento la necesidad de volverla a cantar. Una canción que signó mi adolescencia y que siempre será una salida de emergencia”, agregó Melgarejo.

Escrita en 1965, cuando Spinetta tenía solo 15 años de edad, “Barro tal vez”, es una de las canciones que integra el álbum “Kamikaze” (1982) y una de las más populares del artista fallecido en 2012. Hay versiones que hizo el propio artista con Mercedes Sosa, pero también covers en solitario que intepretaron Pedro Aznar, Julieta Venegas, Daniela Herrero y Nahuel Pennisi.


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Presentan libro sobre Mañasco, el obrero de Misiones indultado por Alvear

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El historiador Diego Mali Schroeder presentará mañana la segunda parte de “La Rebelión en los Yerbales”, libro en el que investigó las circunstancias en las cuales fue liberado el obrero Eusebio Mañasco, condenado a perpetua sin pruebas en Misiones como el autor intelectual del resonante crimen de un colono.

En la causa “se demostró que los testimonios fueron manipulados con testigos falsos y presiones de la policía. Hasta la propia compañera de él, que se llamaba Mónica Ballazar, denunció que fue violada por el comisario de Posadas, Antonio Quiroga”, recordó Schroeder, quien presentará el segundo tomo de su libro mañana, a las 18 horas, en la Sala del Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades.

“La Rebelión en los Yerbales” también será presentado al público de Leandro N. Alem este viernes a las 19, en la Casa del Bicentenario; el sábado en la Junta de Estudios Históricos de San Ignacio, a las 19; y el martes 10 de septiembre, a las 19:30, en la Biblioteca Popular Posadas.

En junio se publicó el segundo tomo de la historia que investigó en profundidad Mali Schroeder, músico e historiador que en 2019 dio a conocer el material en su primer volumen. “La Rebelión en los Yerbales” en su primera parte analizaba el caso de 1920 a 1921; y ahora se pueden leer los detalles de la causa desde 1924 a 1927. “Estoy muy contento con el resultado”, admitió el autor.

El crimen de Allan Stevenson

El 21 de mayo de 1924, el dirigente gremial Eusebio Mañasco es condenado a perpetua junto a Cirilo Ramírez, Liberato Espinosa, Crescencio López y Pascual González. Son sentenciados por ser autores intelectual y materiales, respectivamente, del asesinato de Allan Stevenson, un colono de Loreto que trabajaba en la construcción de una cosechadora de yerba mate.

Los cinco estaban presos desde 1921, cuando se llevaba adelante una huelga general de los trabajadores yerbateros y en la que Mañasco había enviado a cuatro trabajadores para interceptar el automóvil que presuntamente traía mercaderías de Paraguay y era conducido por Stevenson.

Tenían la orden de disparar al aire pero los atacantes apuntaron al coche y varios de los balazos alcanzaron a la víctima en Picada del Arroyo Yabebirí.

Schroeder. Músico, historiador y autor del libro

Los trabajadores admitieron el crimen pero Mañasco negó que su orden era a matar. Por entonces, según explicó el autor de “La Rebelión de los Yerbales”, hubo “un mal procedimiento de la justicia de Misiones con el juez Floricel Pérez, muy conocido. Tuvo poco tiempo como juez, tres años más. Lo analizo también porque fue un personaje contradictorio de la época. Después tuvo un juicio político, lo trasladaron. Es un tipo jodido. Era así, medio racista, discriminador, muy vinculado al poder de Misiones y el poder nacional”, apuntó el escritor.

La historia de Mañasco ocurre en el tiempo de un mundo convulsionado por el caso de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos inmigrantes italianos que en Estados Unidos son condenados a morir en la silla eléctrica por presuntamente dos asesinatos cometidos en 1920.

Aunque luego se demostró que ambos eran inocentes. Por eso los trabajadores y anarquistas de todo el mundo salieron a protestar, tomando ambos casos como una clara persecución a los obreros inmigrantes, precisamente porque Mañasco era un paraguayo que había llegado para trabajar al país y era foguista de un barco que trasladaba yerba a Buenos Aires.

“Eso hizo que llegue el caso incluso al ámbito internacional. Hubo apoyo de Paraguay, México y Europa”, detalló Schroeder.

De no ser por los cambios que se introducen en el Código Penal Argentino de 1921, los obreros condenados por el asesinato del Yabebirí no terminaron con una condena capital, algo que se reinstaura después, con la dictadura de Uriburu.

Detalles del caso. En un recorte de diario, se observan los implicados en la causa

Lo cierto es que en 1926, las centrales obreras comienzan a movilizarse con aclamaciones multitudinarias y el caso pasa por distintas instancias, hasta que, gracias a los abogados defensores de la Unión Sindical Argentina, la Corte Suprema de Entre Ríos -competente en aquel entonces- falla en 1927 para reducir la pena a 25 años de cárcel.

“Supuestamente, con el cambio del código penal le correspondía una pena menor”, explicó Schroeder. “Pero los obreros, no contentos con eso, siguieron presionando porque ellos querían la libertad. Así llega el caso a los oídos del presidente (Marcelo Torcuato de) Alvear, que resuelve que era inocente y lo indulta”.

De allí en adelante, no hay muchos datos del destino que tuvo Mañasco en libertad, tema que podría estar incluido en un tercer volumen de “La Rebelión en los Yerbales”, según adelantó el autor.

“Como Mañasco hubo otros mártires. En muchos casos terminaban en la cárcel, la muerte o el exilio. En cambio, Mañasco es un caso interesante porque se trabaja de otra manera, y se logra concientizar a la población de que era inocente, que lo habían ajusticiado de manera incorrecta”.


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