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Cultura

Regresa la Feria Medieval con $150.000 en premios a los personajes

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Con $ 150.000 en premios para las caracterizaciones, este domingo, desde las 13 horas, se realizará en el Club Alemán de Posadas la segunda edición de la Feria Medieval. Se trata de un encuentro que reúne a los adeptos de las costumbres culturales del medioevo y la fantasía entorno a la estética de la misma época.

Las entradas anticipadas cuestan $3.500 y en puerta estarán $ 4.000. Los menores de 10 años podrán ingresar libremente, así como las personas con Certificado Único de Discapacidad (CUD) junto a un acompañante.

Hay dos categorías para los premios y cada uno en su primer lugar se llevará $75.000. Uno es el de “Recreacionismo histórico, para quienes elijan una figura mitológica o histórica, pero de la época medieval. Es decir, entre el siglo V y el Siglo XV que quiera recrear, traer a la vida como se vestían”, explicó Lucas Gutiérrez, de la organización.

La otra caracterización a premiar es el de Fantasía Medieval y corresponde a “la imaginería medieval fuera de época, después del Siglo XV, que incluye series, películas y libros”, agregó Gutiérrez a La Voz de Misiones.

Cada ingresante a la Feria Medieval, caracterizado o no, tendrá la opción de sumarse al Juego de roles para ser parte de “La Orden de la Noble Alianza”, “El Gremio del Puño y la Hoz”, “La Guardia del Sol” o “La Hermandad de la Naturaleza”.

Cada uno puede “desempeñarse como un personaje dentro de esa fantasía. Uno puede ser, si quiere, un caballero, un campesino, un miembro del clero, un hechicero. Y va a participar dentro de uno de los equipos, tratando de definir el futuro del reino. Porque la cosa está bastante fiera y hay que poner un poco de orden”, explicó Gutiérrez, del grupo Misiones Medieval.

Misiones Medieval está integrado por 150 aficionados al recreacionismo medieval, que incluye la estética, el softcombat o el bardcore. El softcombat es la representación de las luchas de espadas, y el bardcore “es un género musical que buscar hacer música medieval o medievalizada de una canción moderna”, explicó Gutiérrez.

La Feria Medieval promete juego de roles, softcombat, música y danza

En la Feria Medieval se presentarán los grupos de bardcore La Algarabía Escuadra de Juglares, “Hadras i Baranas, que tiene un estilo más árabe o sefardí; y Ultratempus, que es más variada porque hacemos también música animé”, añadió el organizador.

En la Feria Medieval se expondrá la carcaza perfilada de un drakkar vikingo, fabricado por el hererro y carpintero Martín Pereira. “También la gente va a tener imitaciones de escudos para sacarse fotos, además van a estar unos vitrales que hemos armado en grupo, que son con los motivos de cada proyecto de Misiones Medieval”.

Además, mientras se ofrecen juegos para entretener a los presentes con diversos personajes en una ambientación de época, los stands tendrán a la venta cuchillería, jardinería, arreglos con helechos y flores, además de mesas de juegos de rol con temática medieval. Habrá perfumería, velas, tarot y una exposición de monedas medievales de la Asociación de Filtatelia y Numismática de Misiones.

Como es un evento para toda la familia, la segunda Feria Medieval no ofrecerá bebidas alcohólicas “pero en un futuro se apunta a un evento destinado únicamente para mayores, donde podría haber vino de época, hidromiel, cerveza artesanal al estilo medieval”.

El medioevo estuvo marcado por una gran pobreza y oscurantismo, aunque “no nos tenemos que olvidar que las universidades surgen en esa época, y gran parte de los avances se dieron dentro de los monasterios”, reflexionó Guitérrez. “No nos podemos olvidar de la música medieval. Y hubo grandes compositoras monjas”.

Misiones medieval. Grupo de aficionados a la cultura del medioevo en Posadas


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Gabriel Peña, el diseñador obereño que dibujó para Japón y creó su propio manga

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Gabriel Peña (28) es el dibujante y diseñador misionero que creó “Hechicera Elemental Koori-chan“, un manga que tiene tres capítulos hasta el momento y que lo ha publicado de manera artesanal. En tanto, gracias a su conocimiento del idioma, también dibujó para un animé japonés del género romántico que se publicó en YouTube. “Yo hacía la parte gráfica y ellos ponían voces, pequeñas animaciones, o videos”, detalló Gabriel a La Voz de Misiones.

Como ilustrador profesional o mangaka, como se dice en Japón, Gabriel formó parte de la Sección Historietas de la Facultad de Arte y Diseño de Oberá, en la reciente edición de la Feria Provincial del Libro, que culminó el 13 de julio pasado.

 

Eran los tiempos de pandemia y el acuerdo de Gabriel con los productores era hacer dibujos digitales en alta definición. “Primero comencé con menos, pero después seguí por 30 páginas, tamaño de pantalla HD, a 1080p. Ellos me mandaban un guion y me decían: ‘más o menos quiero que se parezcan a estos personajes'”, explicó Gabriel

Entonces, se encerró a dibujar, como también a contactarse con productoras orientales. “En Japón se cuida mucho la privacidad, entonces no preguntan exactamente de dónde es alguien, o supusieron que tal vez era japonés pero vivía afuera”, estimó Gabriel, sobre aquel trabajo remoto.

Fiesta del Inmigrante. Gabriel se dedicó al “shodo”, la caligrafía japonesa

Desde la infancia, el ahora mangaka obereño se sintió atraído por la cultura oriental a partir de los dibujitos animados que veía en la televisión, como “Corrector Yui”, “Las Guerreras Mágicas” o “Dragon Ball”.

“Recuerdo que a veces no estaban traducidas las canciones que se llaman opening, y muestran el nombre de las personas. Yo veía esos caracteres y me llamaban mucho la atención. Ahí, entonces, empecé a pensar que se relacionaban con esa cultura”.

De esa manera se acercó junto a otros aficionados del animé para estudiar japonés en la colectividad obereña y luego, con un mayor conocimiento, también se encargó de enseñar a otros jóvenes. Con el tiempo, en la misma comunidad nipona también formó parte del ballet y durante la popular Fiesta del Inmigrante se dedicó al “shodo“, que es la caligrafía japonesa.

Si bien hace un tiempo tenía muchas ganas de irse a Japón, en la actualidad “es como que cambió la emoción. Porque antes veía con mucha más ilusión. Pero cuando uno más va creciendo, entiende el idioma o lee más del país, nota que no todo está tan bien como lo creía”, admitió. “Pero me gustaría conocer. Si me conviene mucho ir y quedarme, lo pensaría”, agregó el artista que, como Gabu Ideas, crea todo tipo de imágenes y merchandising para la  comiquería Capitán Barato, de Buenos Aires.


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Game Jam en vacaciones: el Parque del Conocimiento invita a desarrollar juegos

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Desde este jueves 25 al sábado 27 de julio, tendrá lugar la 7ma edición de la Game Jam en el Parque del Conocimiento. Se trata del mayor evento de desarrollo y prototipado de Posadas en videojuegos destinado a los jóvenes.

Durante tres días seguidos, infancias desde los 9 hasta jóvenes de 18 años podrán conformar equipos y transitar distintas etapas para desarrollar un prototipo de videojuegos desde cero, de manera lúdica y sin la necesidad de tener un conocimiento básico.

Porque la idea es abordar la programación de una manera entretenida, partiendo desde la idea, siguiendo por la narrativa, el diseño de personajes, los escenarios y el sonido. Luego, al momento de programar, los participantes podrán trabajar con el motor Godot como para poner a prueba la curiosidad para conseguir conocimientos a través de técnicas en un entorno colaborativo y didáctico.

La Game Jam se realizará durante los tres días, de 15 a 19 horas, en Conectar Lab, situado en el Pabellón 2 del Parque del Conocimiento. Para el último día se presentarán los prototipos en el “Club de Videojuegos”. Para ser parte de la Game Jam hay que inscribirse en un formulario del siguiente link: https://goo.su/RhIuI.

Actividades en la Biblioteca del Conocimiento

Por otra parte, también en el Parque del Conocimiento, la Biblioteca y el Pabellón de Juegos presentarán una variada grilla de actividades para niños y jóvenes, a partir de los 9 años. Desde el jueves 25 al domingo 28 de julio, la Biblioteca abrirá sus puertas a la creatividad y el aprendizaje.

Los jóvenes amantes de la literatura, de entre 13 y 17 años, podrán sumergirse en el mundo de los Microrrelatos a través de talleres de escritura que se llevarán a cabo de 15 a 16 horas y de 17 a 18 horas.

Por su lado, para aquellos que buscan una experiencia más práctica, el mismo espacio propone el Taller de encuadernación creativa, destinado a mayores de 15 años, de 15.30 a 18.30 horas. La idea es aprender la técnica de costura a la vista “long stitch” y de esa manera crear cuadernos artesanales.

Por otra parte, para los apasionados de la música y la cultura popular, la Expo “Rolling Stone” ofrece una fascinante muestra de números de la reconocida revista, disponible en las Salas Especiales del Parque del Conocimiento, de 15 a 19 horas.

Todas las actividades son con entrada gratuita e incluyen, también en el Parque del Conocimiento, diversas actividades que tienen que ver con el teatro, la danza, la música y los juegos.

 

Se vienen diez días a puro teatro con el Festival Internacional Gurises

 


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Lucas Braulio Areco, el Rincón Polvoriento y la habitación de sus recuerdos

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Braulio Areco

Este martes 23 de julio se cumplen 30 años sin Lucas Braulio Areco, artista clave de Misiones, mucho más que el autor de “Misionerita”, el Himno Oficial de la Provincia. Tenía “un don difícil de explicar. Porque ese don venía acompañado de un fuego interior que le impedía no hacer esto o hacer otra cosa”, explicó a La Voz de Misiones Ricardo Areco, el hijo menor de quien fue conocido también como El Patriarca de las Galopas.

Historiador y funcionario público, artista plástico y músico. Areco compuso más de 50 obras, grabó tres discos, publicó libros de poesía y ensayos. No hay duda de que fue un hombre con gran talento y dedicación. Aunque para ello “mucho tuvo que ver mi madre”, Rosa Hauptmann, apuntó Ricardo.

Areco se había casado con ella en Candelaria, adonde fue trasladado como policía desde Apóstoles. Venía para cumplir el mandato familiar, porque su papá, Lucas Areco, era el Comisario del Territorio Nacional de Misiones. Pero el joven artista colgó el uniforme después de dos años y partió detrás de sus sueños a Posadas.

Rosa y Areco se conocieron en Candelaria, donde él cumplía su trabajo como policía.

“Mamá era una gran mujer, maestra y después directora de escuela. Y ella paraba la olla, en realidad. Y lo bancaba. Lo quería, se ve; muchísimo. Porque era una vida difícil para nosotros”, confesó Ricardo, el menor de los cuatro hijos que tuvo Areco con Rosa.

“Antes de que yo nazca estaba aquí, se vino a Posadas por el movimiento cultural y dejó a mi mamá maestra allá, con sus chicos. Ella trabaja a la vez en picadas. Una historia de aquellos tiempos, muy difícil. Y él estaba jugadísimo a esto. Quería a sus hijos, quería a su familia, pero era el arte la historia de su vida”.

El fuego de Areco

Ricardo Areco es contador y también músico como buena parte de su familia. “Todos tenemos algún gen de la música, pero no con la profundidad o la energía de él. Yo toco el piano y mi hermano Manolo fue quizás el que más se destacó, porque era baterista de un conjunto musical que sonó mucho, que era Jalea de Frutilla. Incluso su hijo es baterista. Todos tenemos de música, pero el fuego que él tenía; olvidate: imposible”.

Por la calle Herrera del barrio 25 de mayo se encuentra el antiguo taller que Areco abrió en 1970, en el mismo terreno que el gobierno provincial le adjudicó para su vivienda familiar. A solo unos pocos pasos, se encerraba para concentrar su producción durante horas, tal como ocurrió meses antes de aquella mañana del 23 de julio de 1994. Amaneció en muy mal estado y horas después falleció, a sus 79 años. Además de hacedor artístico, para entonces, el Patriarca de las Galopas dedicó su tiempo a gestionar como funcionario público en áreas culturales.

@lavozdemisiones Lucas Braulio Areco, el Rincón Polvoriento y la habitación de sus recuerdos Este martes 23 de julio se cumplen 30 años sin Lucas Braulio Areco, artista clave de Misiones, mucho más que el autor de “Misionerita”, el Himno Oficial de la Provincia. Tenía “un don difícil de explicar. Porque ese don venía acompañado de un fuego interior que le impedía no hacer esto o hacer otra cosa”, explicó a La Voz de Misiones Ricardo Areco, el hijo menor de quien fue conocido también como El Patriarca de las Galopas. #LaVozdeMisiones #LucasBraulioAreco #Misionerita #Cultura #Galopa ♬ sonido original – La Voz de Misiones

Tres décadas después, su hijo Ricardo custodia las llaves de un lugar que parece un santuario. Porque junto a un altar de santos y vírgenes se atesoran las cenizas del gran compositor, junto a la urna funeraria de Rosa. En una pared, con diversos reconocimientos que cosechó por su destacado trabajo, se conserva la biblioteca tal como la cuidaba Areco.

Algunos de sus óleos están colgados y otros tantos marcos se resguardan de la humedad. Esculturas en yeso y un arcón tallado por sus manos conforman un espacio lateral de la habitación, con recortes de diarios que juntan polvo y dibujos de montes que se apilan como trabajos inconclusos. Dos guitarras se guardan en sus estuches a la par de las arpas sin fundas, con sus cuerdas tensas que parecen estar a punto de darle vida a las melodías silenciadas, tal como en la colección de vinilos de Aníbal Sampayo, María Helena o el propio Areco que están frente a un antiguo sillón de cuatro cuerpos.

Misionerita. Ariel Ramírez en el piano y Areco en la guitarra

“A mi padre era casi imposible sacarle de su lugar de trabajo”, apuntó Ricardo sobre el taller del barrio 25 de Mayo. Aunque recordó que, mucho antes, el espacio donde Areco desarrolló su mayor productividad se situó en otro atelier más pequeño y alquilado en el centro posadeño, por Salta y Félix de Azara.

El autor de “Misionerita” lo llamaba “El Rincón Polvoriento” al lugar donde, además de dar clases, componía y pintaba. “No era fácil entrar ahí. Había que pedir permiso. Incluso los hijos. El cuidaba como una especie de tesoro todo lo que había ahí”.

Junto a la comunidad cultural de la época, en el Rincón Polvoriento se gestaron los Juegos Florales que fueron el puntapié del Festival Nacional de la Música del Litoral, un encuentro que más tarde se concretó en el anfiteatro bautizado con el nombre de Manuel Antonio Ramírez, su gran amigo y un “poeta que lo iluminó”, según Ricardo.

En esa época, todos los artistas citados para el festival litoraleño pasaban por el taller de Félix de Azara y Salta, en el que además vivía Areco con su familia. Por allí pasaron Los Fronterizos, Ariel Ramírez, Los Chalchaleros, Eduardo Falú o Ramona Galarza, que sentaba en su falda al niño Ricardo, en medio de encuentros donde jamás faltaba la guitarreada, el vino ni las empanadas.

“Detrás de una tela mugrienta estaba el estudio de enseñanza de él para la guitarra. Entonces tenía unos alumnos sentados, frente a él, con su guitarra, y de ahí salió Jorge Cardoso y otros que no trascendieron tanto después de haber aprendido con papá. Jorge fue el hijo musical que lo llevó a papá por el mundo”.

Areco, junto a su papá, el comisario que llegó desde Corrientes.

Es que el concertista Cardoso no solo tradujo a las partituras las galopas de Areco. También viajó por el mundo con un repertorio en el que incluía las composiciones de su maestro. “En Washington, en África, en todo Europa siempre estaba ‘Misionerita’. O ‘Mañana en Tabay’, o los dos. Papá en esa época se emocionaba. Decía: ‘Qué bárbaro este hombre, tocando en Holanda ‘Misionerita’”.

El entusiasmo folklórico floreció en todo el país entre las décadas del ’50 y el ’60 y con ello, la música de Areco se hizo conocido en el ambiente, aunque no era frecuente para él viajar a otras ciudades. “No había ido nunca a Buenos Aires y un día, a través de (Julio) Maharbiz, lo contratan para un concierto”, rememoró su hijo, que por entonces era un adulto estudiante, vivía en la gran ciudad y lo acompañó a la porteña Radio Nacional.

Ricardo, el hijo menor de Lucas Braulio Areco, en el atelier donde el artista pasó sus últimos años.

“Tocó sus obras y ya lo contratan a dos o tres conciertos más. Entonces él dice: ‘No. Tengo que volver a Posadas urgente. Tengo mi taller allá’. ‘Pero papá. ¿Cuál es el problema? Esperá un poquito’”, le recomendó su hijo. Pero “no hubo caso de convencerlo. Él tenía volver, estar en su estudio. En realidad no le interesaba, pese a que había dado muchos conciertos en el Teatro Español. Yo era chico, había dado muchos conciertos en Posadas, pero eran todos locales, no había fondos de por medio como para generar un ingreso que se justifique”.

Terrenal y calmo, Areco cerraba con llave la puerta de El Rincón Polvoriento y solía recibir de madrugada a algunos de sus amigos, con quienes conversaba hasta altas horas de la madrugada, en medio del humo del tabaco y los punteos que, seguramente, desembocaron en sus vinilos “Penas de caminante”, “Selva y guitarra” o “Misiones…su música”.

“Cuando enfermábamos quedaba loco. Pero en lo demás estaba en su estudio. Después venía a comer y se volvía. Y era muy difícil conseguir fondos porque él no lo generaba demasiado. Él regalaba todo, a él no le importaba. El dinero no era un problema”.

Treinta años después, a pocos metros de la bulliciosa avenida Uruguay, el histórico taller del barrio 25 de mayo se mantiene de pie con el sol que intenta meterse por las ventanas que permanecen cerradas.

Escritor, músico, escultor e historiador. Areco tuvo diversas facetas.

La incertidumbre del taller

El nombre de Lucas Braulio Areco resuena como si se tratara de un sencillo elemento de la existencia cotidiana, más precisamente el “fuego”, tal como caracteriza Ricardo. “Cuando yo no esté más no sé quién se va hacer responsable. Porque los nietos, salvo el hijo mayor de mi hermano que por ahí tiene más interés; no hay quién se haga cargo de esto”.

Con el gobierno provincial hubo acercamientos, como para intentar resguardar el patrimonio que hay en su interior, con intentos de un detallado inventario. Pero “no había dinero para pagar, porque querían hacerlo desde el primer libro, de la hoja tal. Era un laburo importantísimo, y no había fondos para financiar eso”.

Por eso, según repite Ricardo, “mientras me quede vida, esto va a quedar así, hasta salvo que aparezca una oportunidad, alguna solución por parte de las autoridades que nos pueda convencer de que la gente pueda ir, disfrutar, ver sus libros, sus papeles. Porque dentro hay manuscritos, la historia de él”.

Autodidacta. Areco no pasó por ninguna academia pero estudió las artes plásticas

 

Fotos: gentileza lucasbraulioareco.blogspot.com


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