Judiciales
Declaró la víctima de Manuel Rivero: “Caí al piso y me tiró dos balazos más”
“Sabés lo que voy a hacer, te voy a matar, porque si no sos mía, no sos de nadie”. Eliza De Souza (55) recuerda perfectamente lo que su ex marido, Manuel Rivero (59), le dijo aquella mañana del 14 de diciembre de 2016 antes de atacarla a balazos por las calles del barrio San Marcos y hoy lo volvió a contar entre lágrimas al momento de declarar en la segunda jornada del juicio oral que se lleva adelante contra el hombre en el Tribunal Penal Uno de Posadas.
La mujer, que también participa activamente del proceso como querellante particular, declaró esta mañana antes de un cuarto intermedio por tiempo indefinido como consecuencia de un posible diagnóstico de dengue en el presidente del tribunal, el magistrado Ángel Dejesús Cardozo (75), que este martes de igual manera decidió dirigir la audiencia “hasta donde pueda”, según sus propias palabras.
En ese marco, De Souza pasó frente al tribunal y no solo recordó lo sucedido aquella mañana del 14 de diciembre de 2016, sino que también ahondó en otros episodios de violencia sufridos durante los 30 años de relación que mantuvo con Rivero, con quien además tuvo diez hijos.
“Dos días antes él me llamó y pidió llevar a los chicos a Ituzaingó. Yo primero no quería, pero después le dejé. También pidió llevar al nene más chiquito. Se iban a ir todos. Después me di cuenta que hizo todo eso para que yo quede sola y que no haya testigos”, contó la sobreviviente que pidió declarar sin la presencia de su ex marido en la sala.
Y avanzó en el día del hecho: “Me acuerdo que levanté a las 6, preparé a los chicos y los acompañé a la parada porque tenían que ir a la terminal para encontrarse con su papá. Cuando volví me senté a tomar mate en el hall, escuché un ruido y cuando miré para atrás estaba Rivero. Tenía un arma en la mano, me miraba y se reía”.
Entre lágrimas por momentos, De Souza recordó cada palabra y cada segundo del ataque. “Le pregunté qué hacía y me respondió: ‘Sabés lo que voy a hacer, te voy a matar, porque si no sos mía, no sos de nadie’. Ahí entendí la gravedad de lo que pasaba y corrí por la puerta de atrás. Salí a la calle, no sabía qué hacer”, repasó.
Después de ello, la mujer relató que se encontró con un joven en la parada de colectivos y se protegió detrás de él, pero el acusado abrió fuego y ese primer balazo impactó en ambos.
“El tiro le atravesó al chico y me dio a mi también. El chico salió corriendo y cuando yo caí al piso Rivero me tiró dos balazos más. Después de eso vi que corrió y volví a escuchar dos tiros más. Yo ahí ya no sentía nada, solo escuchaba el murmullo de la gente”, graficó.
Tras el hecho, De Souza permaneció internada en grave estado durante varias semanas con tres heridas de bala en brazo, tórax y pierna. Afortunadamente, logró recuperarse, aunque en su cuerpo aún quedan secuelas del ataque, dado que prácticamente perdió la movilidad de su brazo izquierdo.
En la continuidad de su testimonio y a colación de las consultas efectuadas tanto por el fiscal Martín Alejandro Rau como de los abogados querellantes Santiago Larrea y Ariel Pianesi, De Souza sostuvo que “siempre vivió amenazada” por el imputado y recordó que desde 2007 realizó frecuentes denuncias por violencia de género.
Incluso, señaló que al momento del hecho Rivero tenía una restricción de acercamiento hacia ella, aunque “él nunca respetó”.
Casi al final de su exposición, el defensor oficial Mario Ramírez tomó la palabra y le transmitió a la víctima un pedido de perdón de parte del imputado, que continuaba en otra sala del tribunal siguiendo el debate a través de videollamada.
“A tu mamá le hice mierda”
En segundo turno declaró David, hijo de la víctima y del imputado, quien contó que días antes su papá le pidió interceder con sus hermanos para “hablar y arreglar las cosas. Decía que quería cambiar y volver con nosotros a la casa”.
El joven contó que esa mañana fue con sus hermanos hasta la terminal para realizar el viaje a Ituzaingó con su papá, pero mientras estaban en ese lugar “él me llamó. Le dije que le estábamos esperando, pero solo me dijo ‘a tu mamá le hice mierda, chau’”.
David también declaró sin su padre en la sala e indicó que “yo era el que más cerca estaba de él, ya casi nadie le daba bola. Él era una persona cuando tomaba y otra cuando no tomaba, le gustaba tomar whisky. Él estaba acostumbrado a la vida de antes, de arreglar todo a lo bruto, a los golpes”.
Incluso, el testigo recordó un episodio anterior, cuando en plena noche escuchó a su madre llorar y para calmarla fue a dormir a su lado, pero en medio de la madrugada vio a su padre ingresar al cuarto con un cuchillo en la mano. “Después le pregunté qué quiso hacer ese día y me dijo que estaba decidido a matarla”, lanzó sobre el final.
Los otros dos testigos citados fueron desestimados por las partes y sus testimonios serán incorporados por lectura, ante lo cual la jornada se dio por finalizada pasada las 10 y el debate pasó a un cuarto intermedio por tiempo indefinido hasta que el magistrado Cardozo tenga un diagnóstico claro.
El hecho que se juzga se registró el 14 de diciembre de 2016 en el barrio San Marcos de Posadas. Además de balear a su ex pareja, Rivero también está acusado de disparar contra otros dos vecinos. El hombre llegó a esta instancia detenido e imputado por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo en grado de tentativa y homicidio simple en grado de tentativa (dos hechos) y portación ilegal de arma de fuego en concurso real en carácter de autor”.
Judiciales
Rechazan apelación y confirman prisión preventiva de ex policías
La Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores de Misiones confirmó la prisión preventiva para los ex policías detenidos desde el 10 de octubre pasado, en un fallo que rechazó todos los argumentos de la defensa de los uniformados y ratificó la decisión del juez Fernando Verón.
Así, los ex policías Ramón Alejandro Arrieta, Iván Ezequiel Arrieta, Lisandro Ramón Canteros, Diego Hernán Correa, Ramón Oscar Amarilla, Joaquín Orrego, Adolfo Guirula y Horacio Ezequiel Elías Coutto, continuarán detenidos mientras continúa la instrucción del proceso judicial.
La decisión judicial se apoyó en la presunta participación de los detenidos en un plan de sedición y coacción agravada, para impulsar un nuevo levantamiento policial con la intención de provocar la caída de la cúpula de la institución.
Las defensas de los ex policías habían apelado la decisión del juez Verón, argumentando sobre la falta de pruebas, la violación del principio de inocencia y la desproporcionalidad de la medida.
Los jueces de la Cámara, Marisa Ruth Dilaccio y José Alberto López, desestimaron tales argumentaciones y consideraron que la prisión preventiva está justificada por la gravedad de los hechos, la posibilidad de que los imputados entorpezcan la investigación y el peligro de fuga.
En el fallo, los jueces dejaron constancia de que la prisión preventiva no viola el principio de inocencia, ya que es una medida cautelar y no una condena, y remarcaron que el proceso contra los ex policías juzga acciones que constituyen delitos de acción penal pública.
El tribunal tampoco pasó por el alto el hecho de que el 19 de septiembre pasado, la justicia provincial descubrió, merced a pericias de los celulares de los encausados, la existencia de un grupo de WhatsApp para organizar una medida de fuerza similar a la de mayo pasado, cuando efectivos retirados y en actividad bloquearon por 14 días la sede del Comando Radioeléctrico I de Posadas, sobre la avenida Uruguay.
Incluso, uno de los ex policías ahora detenido hablaba de quemar malezas para “forzar la salida de los cuarteles de bomberos de las autobombas y así, en el lugar de los hechos, llevarlas para bloquear avenidas y calles”.
Judiciales
Nanico se abstuvo de declarar y fue imputado por el femicidio de Fabiana
Marcelo Daniel “Nanico” Muller (34) se abstuvo de declarar hoy, fue formalmente imputado por el femicidio de la pequeña Fabiana Sirino (8) y volvió ser trasladado a la celda donde continuará detenido mientras avance el proceso judicial que muy probablemente le depare una pena de prisión perpetua en el futuro.
El changarín de 1,40 metros de estatura fue trasladado hoy desde 25 de Mayo hasta el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá bajo un protocolo de alta de seguridad, vistiendo chaleco antibalas y casco, equipamiento provisto para resguardar su integridad física ante el clamor social que despertó el crimen que se le adjudica.
El hombre compareció en indagatoria ante el magistrado Pedro Benito Piriz, instancia en la que fue notificado del material probatorio que por el momento lo vincula con el hecho y fue formalmente imputado por delitos de “abuso sexual agravado por uso de arma y homicidio doblemente agravado por ser cometido para ocultar otro delito y procurar la impunidad (criminis causa) y por ser cometido mediando violencia de género (femicidio)”, acusado que prevé la prisión perpetua como única pena en expectativa según establece el Código Penal de la Nación.
Según consignaron fuentes de La Voz de Misiones, en misma audiencia Muller tenía la oportunidad de brindar su versión de los hechos o defenderse de las acusaciones, pero prefirió abstenerse, tal como lo ampara su derecho. E implicado designó como abogada a la defensora oficial Flavia Valenzuela.
Tras la audiencia, Muller volvió a ser llevado a la celda donde continuará privado de su libertad mientras avance la instrucción del expediente dirigido por el juez Piriz, quien mientras aguarda el resultado de estudios científicos ordenó que el imputado sea sometido a una serie de pericias psiquiátricas.
Querellantes
Se prevé, además, que en las próximas horas la Justicia autorice la participación de la familia Sirino como querellantes particulares en la causa bajo la representación del letrado posadeño Federico Esquivel.
El pedido ya fue realizado y solo resta la providencia que permita el inicio de las actuaciones de la querella que, de esta forma, podrá participar del activamente del proceso, solicitando medidas y aportando pruebas.
“Es un caso que excede todo los límites. Es realmente atroz. Nosotros creemos que el crimen estuvo planificado. El detenido es una persona fría, que venía calculando todo y merodeando la escuela. La chiquita Fabiana llegó a reconocerlo, pero cuando seamos parte del expediente vamos a pedir varias medidas más para colaborar con la fiscalía en la investigación”, sostuvo Esquivel en diálogo con La Voz de Misiones.
El caso
Fabiana tenía 8 años y era hija de agricultores. El viernes pasado salió de la escuela y regresaba a su casa en el barrio Paraíso de 25 de Mayo cuando fue interceptada por el camino.
Su femicida la trasladó a un monte de la zona, donde la violó y le asestó treces puñaladas en diversas partes del cuerpo, aunque la niña no murió en el instante. Fabiana alcanzó a ser encontrada por su propia familia y mientras era llevada de urgencia al hospital reconoció a su agresor. “Fue Nanico, él me hizo esto”, fueron sus palabras. Más tarde murió de un shock hipovolémico ocasionado por las múltiples lesiones.
Gracias a ese aporte, dado con su último suspiro, la Policía activó un operativo para detener a Muller, quien ahora se enfrenta a una acusación que puede llevarlo a pasar el resto de su vida en la cárcel y ser recordado como el autor de uno de los crímenes más atroces de la historia reciente de Misiones.
Judiciales
“Van a juntar tu cerebro con cuchara”, las amenazas de Policeno a Betiana Machado
Dos desgarradores testimonios marcaron el pulso de la primera jornada del juicio por el femicidio de Beatriz Betiana Machado (17). Fueron su amiga Antonela Fucs (18) y su madre Maira Correa (33) los primeros testigos en declarar ante el Tribunal Penal Uno de Eldorado y entre sollozos recordaron aquella madrugada en la que presenciaron y asistieron a la víctima tras ser apuñalada por su ex pareja Pablo Rafael Alves Policeno (29), hoy imputado y pasible de ser condenado a prisión perpetua.
La vulnerabilidad de la víctima, la constante violencia que padecía y las permanentes amenazas de muerte que recibía de parte del acusado quedaron expuestas hoy tras el testimonio de dos de las personas más cercanas a Betiana, una adolescente de 17 años que había decido separarse de Policeno, pero que continuaba siendo hostigada.
Machado y Policeno estuvieron juntos aproximadamente dos años e incluso convivieron, pero la joven sufría una violencia en silencio. Apenas contaba lo que sucedía y más tarde se supo por qué. “Siempre la veíamos triste, pero no contaba nada. Lo que sabíamos era por boca de otros. Él siempre le amenazaba con prender fuego la casa con todos nosotros adentro si no estaban juntos o le decía que le iba a matar al hermanito. Entonces ella siempre volvía por miedo”, declaró esta mañana Maira Correa, mamá de la adolescente asesinada en San Antonio.
La propia Correa recordó que, después de su separación, Machado volvió a la casa familiar, pero Policeno fue a buscarla y allí fue testigo de una cruenta amenaza: “Él le quería llevar nuevo con él, pero la Betiana quería quedarse y ahí él le dijo ‘voy a agarrar esa piedra y tu mamá va a juntar tu cerebro con cuchara’. Yo no lo denuncié porque ella pidió que no hagamos nada. Yo estaba ahí, con mis cuatro hijos”.
No iba a pasar mucho tiempo para que otra situación violenta se produjera y entonces Correa decidiera finalmente denunciar a Policeno por violencia de genero, lo cual derivó en una restricción acercamiento que el acusado violó durante la madrugada del 24 de julio de 2022 cuando la interceptó a la salida de un boliche y la masacró a cuchillazos para luego dejarla agonizando en la calle.
“Parecían golpes, pero eran cuchillazos”
El ataque fue presenciado a escasos metros de distancia por Antonela Fucs, amiga de Betiana y quien estuvo con ella durante toda esa noche. La joven también declaró hoy y entre lágrimas narró aquel episodio, aunque admitió que hubiese preferido no volver a traer esas imágenes a su mente.
Fucs relató que con Betiana fueron a un boliche San Antonio y allí estuvieron desde las 21 hasta las 3, aproximadamente, lapso en el cual se encontraron con Policeno, quien constantemente quería estar cerca de su ex pareja. “Yo tenía miedo que me haga algo a mí también. Era raro, porque yo quería bailar con ella y él no le dejaba”, recordó.
La testigo agregó que en determinado momento su amiga le dijo para irse y le pidió que le acompañara, por lo que salieron juntas y comenzaron a caminar rumbo a la casa de Betiana, aunque por el camino se produciría lo peor.
“Íbamos caminando y pasa una moto, que después vuelve hacia nosotros y era él. Yo me asusté mucho. Él decía ‘amor disculpame’ y ella le contestaba ‘ya está, andá a dormir, hablamos mañana’”, reconstruyó Fucs ante el tribunal presidido por el magistrado Atilio León, ante las partes intervinientes y también ante las cámaras que por primera vez transmitieron en vivo un juicio oral y público en el Eldorado.
Según continuó la testigo, tras ese primer cruce de palabras Policeno se retiró del lugar, pero al cabo de unos pocos minutos regresó. Estacionó su moto y se abalanzó sobre su ex pareja. “Ahí él le agarra de los hombros. Ella le seguía diciendo que se vaya a dormir y en momento como que él la suelta, pero con una mano le agarra de los pelos y con la otra comienza a pegarle, pero no se notaba que era un cuchillo. Parecían golpes de puño, de atrás hacia adelante”, describió la amiga de la víctima.
Policeno solo detuvo su ataque cuando fue enfrentado por un vecino que escuchó gritos y salió en defensa de Betiana. Después de eso escapó en su moto y horas más tarde lo encontraron malherido al costado de la ruta 101 tras sufrir un despiste.
Betiana, por su parte, quedó tendida sobre la calle, ensangrentada y suplicando ayuda. “Ella lloraba. Yo pensé que solo la había golpeado y cuando le abrazo ella me dice que le había acuchillado y que se iba a morir. Yo la sostuve para que no pierda más sangre y llamé a la Policía”, cerró su testimonio Fucs.
El ataque se produjo a pocos metros de la casa de Betiana y su madre alcanzó a oír sus gritos de ayuda, por lo que también salió en su defensa. “Mientras ella estaba acuchillada yo hablé con ella. Cuando le agarré en mi regazo me dijo ‘pensé que él estaba jugando conmigo, pero me atacó a cuchillazos’. Ella ya estaba muy mal, manchada de sangre. Solo gemía y gemía”, señaló Correa.
Después de ese ataque, la adolescente fue hospitalizada de urgencia y agonizó durante trece días hasta que falleció como consecuencia de sepsis generalizada por las múltiples puñaladas recibidas en espalda, tórax y abdomen.
Policeno hoy enfrenta cargos por homicidio doblemente agravado por la relación de pareja y por violencia de género (femicidio), acusación bajo la cual puede ser condenado a prisión perpetua.
Esta mañana, previo al paso de los testigos, el acusado se abstuvo de declarar y oyó en silencio el transcurso del debate sentado junto a su defensora oficial Ana María Mayerhoefer. En representación de la fiscalía actúa Federico Rodríguez.
La jornada de hoy se cerró con el testimonio de un policía que participó en la detención de Policeno y el debate continuará mañana, a partir de las 8.30, con la declaración más testigos.
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