Judiciales
El modus operandi del misionero que fabricaba causas de lesa humanidad
El misionero Adrián Martínez Moreira, el falso hijo de desaparecidos procesado ayer por la jueza federal porteña María Eugenia Capuchetti como el líder de una banda dedicada a la fabricación de causas de lesa humanidad, seguía un modus operandi que incluía testigos falsos, documentos apócrifos y el armado de causas contra sus oponentes, las verdaderas víctimas: sobrevivientes y familiares de desaparecidos de la dictadura.
Laura Cravello, cuyos padres fueron secuestrados cuando era muy niña, probó los métodos del misionero y su banda, y es una de las denunciantes en la megacausa que instruye Capuchetti contra el grupo de Martínez Moreira, con elementos que se recogieron desde el año 2014, en que aparece la primera denuncia criminal.
Desde Barcelona, España, donde reside hace 20 años, Cravello contó a La Voz de Misiones cómo se involucró en la trama para desenmascarar a Martínez Moreira y frenar las actividades de su grupo criminal, que pretendía montar un negocio a partir de los resarcimientos económicos para familiares y víctimas de la dictadura, establecidos en la Ley 24.043, sancionada en noviembre de 1991 y promulgada al mes siguiente, durante el gobierno de Carlos Menem.
“Soy hija de desaparecidos, vivo en Barcelona. Todo esto lo descubrí desde acá, en pandemia”, se presentó la mujer.
Laura es hija de Ricardo Alfredo Cravello y María Cristina Lonardi, secuestrados el 8 de diciembre de 1975, vistos por última vez en el CCD “Puente 12” y desaparecidos desde entonces.
Contó que, en 2020, durante el confinamiento por el covid, reparó en la página de Facebook de la organización de Martínez Moreira: “Comisión Nacional y Popular de Leyes Reparatorias”, que ofrecía representación jurídica en la tramitación de indemnizaciones a familiares y víctimas de delitos de lesa humanidad.
“Había una página de Facebook donde la gente se peleaba con un abogado que ofrecía servicio gratuito (después descubrimos que no era tan así) y pedía que todo el mundo les mande las autorizaciones por e-mail”, relató.
Cravello sostuvo que la situación le pareció, por lo menos, “un poco rara”: “Me dio como ‘cosa’ que los compañeros manden documentación tan delicada por e-mail a un perfil desconocido”, argumentó.
“Averiguo un poco y este perfil de Facebook me empezó a escribir. Después, me escribió desde otro perfil, haciéndose pasar por una sobreviviente de un centro clandestino de detención; me habló de mis papás; y ahí inmediatamente me di cuenta que era mentira”, afirmó.
“En ese momento pensé: ¿cómo se pude ser tan cínico y por qué le molesta tanto que pregunte por Omar García?”, recordó Cravello, en referencia al abogado porteño Omar Ramón Enrique García, uno de los procesados junto al misionero Martínez Moreira y tres mujeres: Leticia Concepción Gaete, Nicole Carolina Garrido Piris y Susana Claudia Feldman.
“Después, la gente me empieza a contar que García les pedía que escriban a una dirección de e-mail, y enseguida recibían la llamada de una persona cuyas características vocales eran las de Martínez Moreira”, relató.
Escarbando un poco más, Cravello se enteró de que el fabulador misionero procesado esta semana por la Justicia Federal había enfrentado en 2014 la denuncia de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos (ADD), por la fabricación por parte de Martínez Moreira de un testimonio de la sobreviviente del circuito Camps y fundadora de la organización, Adriana Calvo.
El misionero trabajaba por entonces en engrosar su historia y fraguó una supuesta declaración de Calvo, testigo estrella en el juicio a los jerarcas de la junta militar -representado en la reciente película 1985- y una de las militantes de los derechos humanos reconocidas dentro y fuera del país.
Martínez Moreira necesitaba probar la existencia de un supuesto tío que había pasado por un centro clandestino de detención e inventó afirmaciones de Calvo ante las autoridades alemanas en 1999, en una audiencia que después se descubrió que nunca existió.
El misionero adulteró la firma de Calvo, que llevaba fallecida tres años, y presentó el escrito en 2013, en la causa sobre el Plan Cóndor, el plan criminal de los gobiernos militares de la región que supuestamente había desaparecido a sus falsos padres en Paraguay.
La ADD presentó entonces una denuncia penal contra Martínez Moreira, que recayó en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 2 de San Martín, a cargo de la jueza Alicia Vence.
Vence ya lo conocía. En 2013 el misionero se había presentado en su juzgado haciéndose pasar por víctima en la causa que investigaba al general Santiago Omar Riveros, condenado en 2018 a 45 años de prisión por apropiación de bebés.
En la ocasión, Martínez Moreira fue descubierto por Vence y también por la Procuración General de la Nación.
La jueza concluyó en que toda la versión del misionero sobre sus padres en Paraguay, sobre sí mismo y sobre otros familiares desaparecidos; y los hechos que relataba, eran absolutamente falsos.
La Procuración General de la Nación llegó a la misma conclusión. Se estableció que Martínez Moreira no era su verdadero nombre y había nacido en Jardín América, en 1993 y no en 1986 como él sostenía; fue inscripto como Ovidio Martínez, y dado por sus padres biológicos en adopción a una pareja de Puerto Rico, que lo anotó como Matías Ezequiel López.
A este descubrimiento, Cravello le sumó otro: la denuncia penal contra Martínez Moreira que formalizó en 2016 el abogado porteño Javier Garín, acusando al misionero de haber falsificado su firma como patrocinante en más de 50 causas de lesa humanidad que él desconocía.
En este caso, Cravello descubrió que el abogado de la página de Facebook que había llamado su atención durante la pandemia, era quien defendía a Martínez Moreira en la causa impulsada por Garín.
“Habiendo todo esto, me parecía muy peligroso que la gente le dé información personal o de su familia a esta persona, y entonces me dispuse a informar sobre estos antecedentes”, contó Cravello.
“Finalmente, en octubre de 2020, avisé a la secretaría de derechos humanos de Argentina que estaba pasando esto, y en marzo de 2021, con pruebas fuertes, me presenté en la justicia como denunciante con identidad reservada, una condición que estoy buscando cambiar porque estoy plenamente identificada”, señaló.
El contraataque
La campaña de la verdadera hija de desaparecidos desde España provocó la reacción del misionero y su banda, que articuló su respuesta más clásica: demandas múltiples y en serie contra Cravello.
La mujer contó a LVM que desde el e-mail de la comisión reparadora del grupo viralizaron la carátula de una causa penal que le habían iniciado horas antes, acusándola de asociación ilícita, falsificación de documentos y toda “sarta de sandeces”, señaló.
“Al mismo tiempo, en el contencioso administrativo federal me abrieron una demanda a mí, a la Policía Federal y a otros compañeros y los denunciantes eran todas personas que estaban tramitando las leyes reparatorias con esta gente”, relató.
Cravello agregó que, después de desayunarse con las denuncias de la banda del misionero en su contra, se enteró que lo mismo habían ensayado ya contra el abogado Garín, luego que este denunciara a Martínez Moreira.
“Le abrieron catorce causas de este tipo, que después se probó que provenían de falsos testimonios”, indicó.
Cravello explicó que, en todos los casos, los denunciados eran sobrevivientes, hijos de desaparecidos verdaderos; madres, abuelos, familiares, y sentenció: “Todo lo que él no es, ni será nunca”.
La madeja
Las denuncias falsas de Martínez Moreira patrocinadas por el abogado Omar García no hicieron desistir a Cravello de su investigación personal sobre las actividades del grupo, que seguía operando con absoluta impunidad.
“Seguí estirando del hilo”, ilustró Cravello a LVM. Contó que indagó en el contenido de la página de la organización H.I.J.O.S Paraguay, fundada por el misionero para darle cuerpo a su historia.
“Descubrí mucha falsedad en esa página”, señaló.
Cravello sostuvo que la denuncia penal que formalizó en marzo de 2021 fue contra personas innominadas, pidiendo que la justicia argentina investigue la veracidad de diversos documentos, actuaciones, relatos, testimonios, testigos y víctimas de la dictadura de los sitios de internet de Martínez Moreira y Omar García, y no apuntó específicamente contra ellos.
“Yo presenté una denuncia penal con todo lo que había encontrado, diciendo que podía ser falso, o no, pero que era necesario investigar”, indicó.
“La secretaría (de derechos humanos) se presentó como querellante, y la fiscalía que ya investigaba la falsificación de Garín, sumó todo y se hizo una gran causa, con la intervención de la fiscal Paloma Ochoa, que trabajó dos años, y que sumado al impulso enorme de la secretaría, la causa llegó hoy hasta donde está”, afirmó Cravello.
Caballito, Buenos Aires
El epicentro físico de la trama que tiene como protagonistas al misionero Martínez Moreira y su banda de estafadores se ubica en el 1° C de la avenida Gauna 1.366, en el barrio porteño de Caballito.
Allí, tiene su domicilio legal Martínez Moreira. El lugar fue allanado en 2021, en el marco de la causa iniciada por Garín.
El operativo levantó un sinnúmero de pruebas que, sumadas a otras que fue reuniendo la fiscal Ochoa en los últimos años, le sirven ahora a la jueza Capuchetti para dictar el procesamiento y avanzar en la instrucción.
En ese departamento de Caballito tiene su domicilio profesional el abogado Omar García, matriculado en el Colegio Profesional de Abogados de la Capital Federal (CPACF) el 5 de mayo de 1983.
Cravello sostuvo que García se encuentra inhabilitado para atender causas de lesa humanidad, por cuanto desde diciembre del año pasado tiene prohibición judicial de acercarse a víctimas y familiares de la dictadura.
El psicópata
Adrián Martínez Moreira fue evaluado psiquiátricamente en dos oportunidades.
Primero, durante la investigación de la jueza federal de San Martín, que descubrió que el misionero no era quien decía ser, y en la que intervinieron también la Procuración General de la Nación y la Unidad de Apropiación de Niños durante la dictadura.
En la ocasión, la pericia lo describió como un “simulador”, con características de esquizofrenia paranoica.
La segunda pericia se le realizó en el marco de la causa Garín, cuando ya todo lo actuado había sido girado a la órbita del juzgado federal de Capuchetti.
Esta evaluación buscaba establecer si Martínez Moreira era imputable. El estudio realizado con la asesoría pericial de la Corte Suprema de Justicia comprobó que el misionero no padecía ninguna psicosis y era perfectamente imputable.
Los peritos concluyeron que Martínez Moreira sufre de un trastorno antisocial de la personalidad que lo vuelve incapaz de empatizar con el dolor ajeno e inmune a cualquier sentimiento de culpa.
“Fue un hito que se lo pericie psiquiátricamente, y la pericia fue contudente: es imputable”, festejó Cravello.
A la argentina residente en España, le resulta “siniestro” el personaje de Martínez Moreira.
Contó que cuando se tropezó con él y su banda en las redes en 2020, y comenzó a desenredar la madeja de una trama que no hacía contemplaciones frente a la muerte y el relato de situaciones atroces, sintió “mucha angustia” porque, además, se encontraba preparando el juicio por el secuestro de sus padres.
“Parece que es un tipo muy convincente. Las víctimas me contactan y me cuentan, y lo que vi en los perfiles de Facebook me dio escalofríos, mal”, graficó Cravello, y sentenció: “Es un psicópata, te vive”.
Judiciales
Rechazan apelación y confirman prisión preventiva de ex policías
La Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores de Misiones confirmó la prisión preventiva para los ex policías detenidos desde el 10 de octubre pasado, en un fallo que rechazó todos los argumentos de la defensa de los uniformados y ratificó la decisión del juez Fernando Verón.
Así, los ex policías Ramón Alejandro Arrieta, Iván Ezequiel Arrieta, Lisandro Ramón Canteros, Diego Hernán Correa, Ramón Oscar Amarilla, Joaquín Orrego, Adolfo Guirula y Horacio Ezequiel Elías Coutto, continuarán detenidos mientras continúa la instrucción del proceso judicial.
La decisión judicial se apoyó en la presunta participación de los detenidos en un plan de sedición y coacción agravada, para impulsar un nuevo levantamiento policial con la intención de provocar la caída de la cúpula de la institución.
Las defensas de los ex policías habían apelado la decisión del juez Verón, argumentando sobre la falta de pruebas, la violación del principio de inocencia y la desproporcionalidad de la medida.
Los jueces de la Cámara, Marisa Ruth Dilaccio y José Alberto López, desestimaron tales argumentaciones y consideraron que la prisión preventiva está justificada por la gravedad de los hechos, la posibilidad de que los imputados entorpezcan la investigación y el peligro de fuga.
En el fallo, los jueces dejaron constancia de que la prisión preventiva no viola el principio de inocencia, ya que es una medida cautelar y no una condena, y remarcaron que el proceso contra los ex policías juzga acciones que constituyen delitos de acción penal pública.
El tribunal tampoco pasó por el alto el hecho de que el 19 de septiembre pasado, la justicia provincial descubrió, merced a pericias de los celulares de los encausados, la existencia de un grupo de WhatsApp para organizar una medida de fuerza similar a la de mayo pasado, cuando efectivos retirados y en actividad bloquearon por 14 días la sede del Comando Radioeléctrico I de Posadas, sobre la avenida Uruguay.
Incluso, uno de los ex policías ahora detenido hablaba de quemar malezas para “forzar la salida de los cuarteles de bomberos de las autobombas y así, en el lugar de los hechos, llevarlas para bloquear avenidas y calles”.
Judiciales
Nanico se abstuvo de declarar y fue imputado por el femicidio de Fabiana
Marcelo Daniel “Nanico” Muller (34) se abstuvo de declarar hoy, fue formalmente imputado por el femicidio de la pequeña Fabiana Sirino (8) y volvió ser trasladado a la celda donde continuará detenido mientras avance el proceso judicial que muy probablemente le depare una pena de prisión perpetua en el futuro.
El changarín de 1,40 metros de estatura fue trasladado hoy desde 25 de Mayo hasta el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá bajo un protocolo de alta de seguridad, vistiendo chaleco antibalas y casco, equipamiento provisto para resguardar su integridad física ante el clamor social que despertó el crimen que se le adjudica.
El hombre compareció en indagatoria ante el magistrado Pedro Benito Piriz, instancia en la que fue notificado del material probatorio que por el momento lo vincula con el hecho y fue formalmente imputado por delitos de “abuso sexual agravado por uso de arma y homicidio doblemente agravado por ser cometido para ocultar otro delito y procurar la impunidad (criminis causa) y por ser cometido mediando violencia de género (femicidio)”, acusado que prevé la prisión perpetua como única pena en expectativa según establece el Código Penal de la Nación.
Según consignaron fuentes de La Voz de Misiones, en misma audiencia Muller tenía la oportunidad de brindar su versión de los hechos o defenderse de las acusaciones, pero prefirió abstenerse, tal como lo ampara su derecho. E implicado designó como abogada a la defensora oficial Flavia Valenzuela.
Tras la audiencia, Muller volvió a ser llevado a la celda donde continuará privado de su libertad mientras avance la instrucción del expediente dirigido por el juez Piriz, quien mientras aguarda el resultado de estudios científicos ordenó que el imputado sea sometido a una serie de pericias psiquiátricas.
Querellantes
Se prevé, además, que en las próximas horas la Justicia autorice la participación de la familia Sirino como querellantes particulares en la causa bajo la representación del letrado posadeño Federico Esquivel.
El pedido ya fue realizado y solo resta la providencia que permita el inicio de las actuaciones de la querella que, de esta forma, podrá participar del activamente del proceso, solicitando medidas y aportando pruebas.
“Es un caso que excede todo los límites. Es realmente atroz. Nosotros creemos que el crimen estuvo planificado. El detenido es una persona fría, que venía calculando todo y merodeando la escuela. La chiquita Fabiana llegó a reconocerlo, pero cuando seamos parte del expediente vamos a pedir varias medidas más para colaborar con la fiscalía en la investigación”, sostuvo Esquivel en diálogo con La Voz de Misiones.
El caso
Fabiana tenía 8 años y era hija de agricultores. El viernes pasado salió de la escuela y regresaba a su casa en el barrio Paraíso de 25 de Mayo cuando fue interceptada por el camino.
Su femicida la trasladó a un monte de la zona, donde la violó y le asestó treces puñaladas en diversas partes del cuerpo, aunque la niña no murió en el instante. Fabiana alcanzó a ser encontrada por su propia familia y mientras era llevada de urgencia al hospital reconoció a su agresor. “Fue Nanico, él me hizo esto”, fueron sus palabras. Más tarde murió de un shock hipovolémico ocasionado por las múltiples lesiones.
Gracias a ese aporte, dado con su último suspiro, la Policía activó un operativo para detener a Muller, quien ahora se enfrenta a una acusación que puede llevarlo a pasar el resto de su vida en la cárcel y ser recordado como el autor de uno de los crímenes más atroces de la historia reciente de Misiones.
Judiciales
“Van a juntar tu cerebro con cuchara”, las amenazas de Policeno a Betiana Machado
Dos desgarradores testimonios marcaron el pulso de la primera jornada del juicio por el femicidio de Beatriz Betiana Machado (17). Fueron su amiga Antonela Fucs (18) y su madre Maira Correa (33) los primeros testigos en declarar ante el Tribunal Penal Uno de Eldorado y entre sollozos recordaron aquella madrugada en la que presenciaron y asistieron a la víctima tras ser apuñalada por su ex pareja Pablo Rafael Alves Policeno (29), hoy imputado y pasible de ser condenado a prisión perpetua.
La vulnerabilidad de la víctima, la constante violencia que padecía y las permanentes amenazas de muerte que recibía de parte del acusado quedaron expuestas hoy tras el testimonio de dos de las personas más cercanas a Betiana, una adolescente de 17 años que había decido separarse de Policeno, pero que continuaba siendo hostigada.
Machado y Policeno estuvieron juntos aproximadamente dos años e incluso convivieron, pero la joven sufría una violencia en silencio. Apenas contaba lo que sucedía y más tarde se supo por qué. “Siempre la veíamos triste, pero no contaba nada. Lo que sabíamos era por boca de otros. Él siempre le amenazaba con prender fuego la casa con todos nosotros adentro si no estaban juntos o le decía que le iba a matar al hermanito. Entonces ella siempre volvía por miedo”, declaró esta mañana Maira Correa, mamá de la adolescente asesinada en San Antonio.
La propia Correa recordó que, después de su separación, Machado volvió a la casa familiar, pero Policeno fue a buscarla y allí fue testigo de una cruenta amenaza: “Él le quería llevar nuevo con él, pero la Betiana quería quedarse y ahí él le dijo ‘voy a agarrar esa piedra y tu mamá va a juntar tu cerebro con cuchara’. Yo no lo denuncié porque ella pidió que no hagamos nada. Yo estaba ahí, con mis cuatro hijos”.
No iba a pasar mucho tiempo para que otra situación violenta se produjera y entonces Correa decidiera finalmente denunciar a Policeno por violencia de genero, lo cual derivó en una restricción acercamiento que el acusado violó durante la madrugada del 24 de julio de 2022 cuando la interceptó a la salida de un boliche y la masacró a cuchillazos para luego dejarla agonizando en la calle.
“Parecían golpes, pero eran cuchillazos”
El ataque fue presenciado a escasos metros de distancia por Antonela Fucs, amiga de Betiana y quien estuvo con ella durante toda esa noche. La joven también declaró hoy y entre lágrimas narró aquel episodio, aunque admitió que hubiese preferido no volver a traer esas imágenes a su mente.
Fucs relató que con Betiana fueron a un boliche San Antonio y allí estuvieron desde las 21 hasta las 3, aproximadamente, lapso en el cual se encontraron con Policeno, quien constantemente quería estar cerca de su ex pareja. “Yo tenía miedo que me haga algo a mí también. Era raro, porque yo quería bailar con ella y él no le dejaba”, recordó.
La testigo agregó que en determinado momento su amiga le dijo para irse y le pidió que le acompañara, por lo que salieron juntas y comenzaron a caminar rumbo a la casa de Betiana, aunque por el camino se produciría lo peor.
“Íbamos caminando y pasa una moto, que después vuelve hacia nosotros y era él. Yo me asusté mucho. Él decía ‘amor disculpame’ y ella le contestaba ‘ya está, andá a dormir, hablamos mañana’”, reconstruyó Fucs ante el tribunal presidido por el magistrado Atilio León, ante las partes intervinientes y también ante las cámaras que por primera vez transmitieron en vivo un juicio oral y público en el Eldorado.
Según continuó la testigo, tras ese primer cruce de palabras Policeno se retiró del lugar, pero al cabo de unos pocos minutos regresó. Estacionó su moto y se abalanzó sobre su ex pareja. “Ahí él le agarra de los hombros. Ella le seguía diciendo que se vaya a dormir y en momento como que él la suelta, pero con una mano le agarra de los pelos y con la otra comienza a pegarle, pero no se notaba que era un cuchillo. Parecían golpes de puño, de atrás hacia adelante”, describió la amiga de la víctima.
Policeno solo detuvo su ataque cuando fue enfrentado por un vecino que escuchó gritos y salió en defensa de Betiana. Después de eso escapó en su moto y horas más tarde lo encontraron malherido al costado de la ruta 101 tras sufrir un despiste.
Betiana, por su parte, quedó tendida sobre la calle, ensangrentada y suplicando ayuda. “Ella lloraba. Yo pensé que solo la había golpeado y cuando le abrazo ella me dice que le había acuchillado y que se iba a morir. Yo la sostuve para que no pierda más sangre y llamé a la Policía”, cerró su testimonio Fucs.
El ataque se produjo a pocos metros de la casa de Betiana y su madre alcanzó a oír sus gritos de ayuda, por lo que también salió en su defensa. “Mientras ella estaba acuchillada yo hablé con ella. Cuando le agarré en mi regazo me dijo ‘pensé que él estaba jugando conmigo, pero me atacó a cuchillazos’. Ella ya estaba muy mal, manchada de sangre. Solo gemía y gemía”, señaló Correa.
Después de ese ataque, la adolescente fue hospitalizada de urgencia y agonizó durante trece días hasta que falleció como consecuencia de sepsis generalizada por las múltiples puñaladas recibidas en espalda, tórax y abdomen.
Policeno hoy enfrenta cargos por homicidio doblemente agravado por la relación de pareja y por violencia de género (femicidio), acusación bajo la cual puede ser condenado a prisión perpetua.
Esta mañana, previo al paso de los testigos, el acusado se abstuvo de declarar y oyó en silencio el transcurso del debate sentado junto a su defensora oficial Ana María Mayerhoefer. En representación de la fiscalía actúa Federico Rodríguez.
La jornada de hoy se cerró con el testimonio de un policía que participó en la detención de Policeno y el debate continuará mañana, a partir de las 8.30, con la declaración más testigos.
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